En la cabeza de Carlos Soria

Han pasado varias semanas desde que Carlos Soria y la #ExpediciónCorreos volvían del Dhaulagiri. Tomaron decisiones importantes, los problemas estomacales y las dificultades climáticas pusieron fin a esta expedición. La montaña no les permitió tocar cumbre.

Con tan sólo unas semanas de verano de descanso, Carlos Soria retomó rápidamente el entrenamiento para volver a enfrentarse al Dhaula...

Han pasado varias semanas desde que Carlos Soria y la #ExpediciónCorreos volvían del Dhaulagiri. Tomaron decisiones importantes, los problemas estomacales y las dificultades climáticas pusieron fin a esta expedición. La montaña no les permitió tocar cumbre.

Con tan sólo unas semanas de verano de descanso, Carlos Soria retomó rápidamente el entrenamiento para volver a enfrentarse al Dhaula...

Cuando Carlos Soria empezó a escalar, casi no había nada escrito y todo se aprendía a través del boca a boca y a través de los clubs de montaña. Carlos siempre cuenta que comenzó a ser menos triste cuando se escapaba de casa para ir a la montaña. 

Ahora todo es diferente, Carlos y el equipo de la #ExpediciónCorreos tiene todo planificado al milímetro sin dejar nada al azar, algo que aprendió de los mejores durante su juventud...

Cuando Carlos Soria empezó a escalar, casi no había nada escrito y todo se aprendía a través del boca a boca y a través de los clubs de montaña. Carlos siempre cuenta que comenzó a ser menos triste cuando se escapaba de casa para ir a la montaña. 

Ahora todo es diferente, Carlos y el equipo de la #ExpediciónCorreos tiene todo planificado al milímetro sin dejar nada al azar, algo que aprendió de los mejores durante su juventud...

La niebla, uno de los peores enemigos de los montañeros, invadía la cumbre. No estaba siendo fácil, Carlos Soria y la #ExpediciónCorreos han pasado por numerosas dificultades. Su mujer Cristina nos habla del temperamento de Carlos y la fuerza física y mental que tiene con 78 años. 

La nieve se fue cerrando cada vez más densa, cada vez más difícil de ver. Frente a ellos, tres caminos posibles y una único camino correcto...

La niebla, uno de los peores enemigos de los montañeros, invadía la cumbre. No estaba siendo fácil, Carlos Soria y la #ExpediciónCorreos han pasado por numerosas dificultades. Su mujer Cristina nos habla del temperamento de Carlos y la fuerza física y mental que tiene con 78 años. 

La nieve se fue cerrando cada vez más densa, cada vez más difícil de ver. Frente a ellos, tres caminos posibles y una único camino correcto...

La niebla empezó a caer y Carlos Soria y la #ExpediciónCorreos vieron una paso abierto por el que intentar volver a hacer cima. El paisaje era totalmente diferente, la nieve se había hecho dueña de parte del camino pero lo peor, estaba por llegar.

A partir del Campo 1 la situación era desoladora, ni siquiera podían ver las cuerdas que marcaban el camino. Nada se podía hacer cuando pierdes tiendas, cuerdas y no tienes referencias...

La niebla empezó a caer y Carlos Soria y la #ExpediciónCorreos vieron una paso abierto por el que intentar volver a hacer cima. El paisaje era totalmente diferente, la nieve se había hecho dueña de parte del camino pero lo peor, estaba por llegar.

A partir del Campo 1 la situación era desoladora, ni siquiera podían ver las cuerdas que marcaban el camino. Nada se podía hacer cuando pierdes tiendas, cuerdas y no tienes referencias...

Sito Carcavilla y Carlos Soria hablan desde el suelo, concretamente, desde nuestros estudios en Madrid. Están sentados junto a José Antonio Ponseti. Ambos son delgados, más bien fibrosos, con el pelo cano y una leve sonrisa marcada en la cara. Sorprende verles con un micrófono delante y en un entorno tan hermético. No pertenecen al mismo lugar que Ponseti y sus posturas corporales marcan la diferencia entre los montañeros y el periodista. Respiran diferente...

Sito Carcavilla y Carlos Soria hablan desde el suelo, concretamente, desde nuestros estudios en Madrid. Están sentados junto a José Antonio Ponseti. Ambos son delgados, más bien fibrosos, con el pelo cano y una leve sonrisa marcada en la cara. Sorprende verles con un micrófono delante y en un entorno tan hermético. No pertenecen al mismo lugar que Ponseti y sus posturas corporales marcan la diferencia entre los montañeros y el periodista. Respiran diferente...