Gesamtlänge aller Episoden: 15 hours 36 minutes
En este episodio de Latitudes te hablamos de los retos, dificultades y adaptaciones que ha tenido la educación privada desde 5 perspectivas diferentes.
En 2020 lanzamos nuestra primera temporada, nos estalló una pandemia y a pesar de todo, produjimos y distribuímos una segunda temporada. Te queremos contar quienes somos y porqué hacemos este pódcast, antes de estrenar nuestra tercera temporada.
Exploraremos nuevos espacios de los cuales podemos apropiarnos, para tejer nuestras propias redes. Para aprender y desaprender, de generación a generación. Para apoyarnos, y para nunca, nunca, dejarnos caer.
Lucharemos sin perder la alegría, cantando y bailando como hermanas. Y aunque la política no nos favorezca, seguiremos haciendo mucho ruido, desde lo clandestino, en el extranjero y hasta en lo virtual.
Marchamos para que nuestros cuerpos existan en movimiento: pateando un balón, corriendo, saltando, jugando, gritando, practicando cualquier deporte. Nos apropiamos de nuestro esfuerzo físico y mental para expresar nuestro ser libres de discriminación,...
¿Por qué un color tiene que definirnos desde antes de nacer? Jugar con muñecas y pensar en príncipes; vestir de rosa y con vestidos; no pensar siquiera en estudiar una carrera “para hombres” y realizarnos solo cuando somos madres.
¿Qué es ser mujer? ¿Qué es el feminismo? En este episodio escuchamos a una mujer indígena, a una mujer negra, a una mujer trans, a una persona no binaria y a una mujer lesbiana. Sus realidades son muy complejas y sus respuestas muy distintas.
Porque recordamos a Lesvy Berlín Osorio y a todas las mujeres que han sido agredidas, acosadas, asesinadas y revictimizadas en la UNAM. Exigimos justicia y reparación de daños reales para ellas y castigo a sus agresores.
Aunque los medios institucionales fallen para protegernos de la violencia en nuestras universidades, estaremos la una para la otra, alzando la voz sin que nadie nos calle. Diseño de sonido por Sinuhé Hinojosa.
Nos unimos para cuidarnos entre todas, no sólo en el espacio físico, también en nuestros entornos virtuales; porque nuestros cuerpos no fueron creados para diversión de nadie.