Paso a Paso a la Eternidad.

LOS PLANES DE DIOS El control que Dios ejerce sobre todo lo que se suscita en este mundo, se pone en tela de juicio cuando los problemas y las adversidades son constantes en la vida de los hombres, pues piensan que si Dios estuviera en control de todo, no permitiría que la maldad, la injusticia, el dolor, las enfermedades y la muerte abunden en este mundo. Piensan que si realmente Dios tuviera el control absolutamente de todo, la justicia, la paz y la alegría reinarían en este mundo. Todo lo que se suscita en este mundo y en la vida del hombre, van cumpliéndose de acuerdo a los planes establecidos por el Señor, y nadie puede impedir que esos planes se cumplan. Esto lo reconoció Job y lo dejó registrado en sus memorias: “Reconozco tu gran poder; nadie puede impedirte llevar a cabo tus planes.” Job 42:2 TLA. Job a lo largo de su vida, había sido un hombre ejemplar y temeroso de Dios, por eso cada mañana ofrecía sacrificios por si sus hijos habían cometido algún pecado en contra de Jehová, y también ofrecía sacrificios por su propia vida, para estar a cuentas con su Creador. Pero pese a esa vida justa y recta que había llevado, le sobrevino un mar de adversidades y sufrimientos. En el inicio de su sufrimiento, reconoció la soberanía que Dios ejercía sobre su vida, pero cuando agudizó en gran manera sus sufrimientos, las dudas invadieron su mente, tanto que le llevaron a dudar en el poder de Dios para resguardar su vida de las aflicciones y sufrimientos. Pero después de una larga lucha y reproches a Dios, finalmente reconoció que había pecado contra Dios, al dudar en su poder soberano que ejercía en su vida y en todo el mundo. Job finalmente reconoció que Dios está bajo el control de todo y que nadie puede impedir que sus planes se lleven a cabo. Aunque no parezca, Dios tiene el control absolutamente de todo lo que acontece en este mundo. Incluso Él tiene el control de las calamidades y sufrimientos que nos sobrevienen. No comprendemos el por qué tenemos que pasar por tantas adversidades siendo hijos de Dios, debido a que estamos atrapados en el tiempo, y no somos capaces de ver la vida más allá del día de hoy, tampoco estamos en capacidad de conocer los planes que Dios tiene al enviarnos esas duras pruebas. Pero hay algo que nos puede confortar en medio de este mar de sufrimientos, es que el Señor está bajo el control de todo nuestro existir, y no nos enviará pruebas más duras de las que podamos resistir para cumplir su propósito santo en nuestra vida. Por eso, ante algún sufrimiento no reprochemos a Dios por lo que nos toca padecer en este mundo, en su lugar reconozcamos que los planes de Dios para nuestra vida siempre serán agradables y perfectos.