Desde la primera vez que Juan vio un Boomerang se llenó de curiosidad. En ese entonces era apenas un niño y vivía en Colombia, pero le intrigaba sobremanera saber el funcionamiento de estos artefactos, utilizados originalmente por los indígenas australianos para la caza y que hoy en día se han convertido en un símbolo de resistencia cultural. Años más tarde el joven colombiano emigró a Australia y su pasión por los boomerangs lo llevó a convertirse en representante estatal de la Boomerang Association of Australia.