El lugar favorito de Raxa es el teatro, cuando era niña su madre siempre que podía la llevaba al circo y a ver teatro. Cuando creció quiso estudiar arte dramático porque le fascinaba la idea de transformarse en otra persona. En México se forjó una carrera como actriz y directora, pero en el 2008 decidió venirse a Barcelona. Migrar no sólo ha significado dejar México, también ha sido cargar piedras en los bolsillos, los estereotipos sobre los papeles que pueden, que deben hacer las mujeres latinas y es que hay una pregunta constante ¿Qué trabajos esperan que hagamos nosotras, las mujeres migrantes?