El agua del mar, que contiene los 118 elementos de la tabla periódica de Mendeléiev, en la misma proporción que nuestro medio interno, compuesto por los distintos líquidos orgánicos como líquido extracelular, plasma sanguíneo, lágrimas, líquido cefalorraquídeo, etc., es más eficaz que el suero artificial. Durante la Primera Guerra Mundial, el ejército francés empleó agua de mar para compensar la pérdida de sangre de los heridos en combate. Nació el célebre “Plasma de Quintón”, utilizado en los dispensarios marinos que él mismo creó para salvar miles de vidas en diversas ciudades francesas y extranjeras. ENLACES: https://linktr.ee/escuelasolahimsa