De cómo los gitanos catalanes tomaron las músicas de Ismael Rivera, de
Cortijo y otros ilustres boricuas, las hicieron suyas y se inventaron un nuevo
ritmo que llamaron rumba catalana y lo hicieron justo cuando los Stones
ofrecían su primer concierto y a Ismael Rivera le metían preso por posesión de
narcóticos en una cárcel norteamericana.
La diferencia entre los Stones e Ismael Rivera es que a Maelo le cayó una
pena de cinco años mientras que a Keith Richards en una situación semejante le
pusieron una multa de 162,5 dólares.
Con Maelo en la cárcel y Rafael Cortijo fuera de combate, el resto de los
músicos de la orquesta fundó un nuevo grupo que se llamó El Gran Combo de
Puerto Rico que comparte hoy con Los Stones el ser una de las agrupaciones más
veteranas en activo.
Ismael Rivera lanzó un mensaje en la botella que fue recogido por Peret,
Antonio González “Pesca” o Moncho que transformaron aquellas canciones para
construir un nuevo ritmo. La rumba catalana
Así fue como Toñín Romero (Puerto Rico 1918/1978) se convirtió en una de la
fuentes de inspiración de los rumberos catalanes.
Puerto Rico es un estado libre asociado a Estados Unidos, inmerso en una
durísima crisis económica que ha sido agravada por el paso del huracán María.
Resumir la historia de la música popular boricua en una hora es imposible como
es imposible soslayar los nuevos movimientos musicales como el reggaetón y
otras manifestaciones de la llamada música urbana. Así que recordamos a un
pionero del rap en español Wilfred y La Ganga y a Tego Calderón, el eslabón
entre Maelo y el rap.