Encontré un librito en el Spanish Harlem de Nueva York, un libro en el que
bailan las palabras como se bailan los ritmos caribeños en Nueva York. El
entierro de Cortijo de Edgardo Rodríguez Juliá.
“La gente ha salido a los balcones a curiosear... Uno de ellos es el
veterano que convierte el balcón en tribuna de su ocio febril, ese don Prudo de
sillón mañanero y vocación lengüilarga ya habrá proclamado para que le oiga
toda la calle, dos manzanas más abajo:
Mire, y que... tirarse a la calle por el Cortijo eshe, chorro´e lambeojos,
e que este país esthá del carajo, mire, y que celebrarle el entierro como si
fuera un hombre ilustre a un negro tecato*,
que esho era, un jodío negro tecato, ni que fuera Martínez Nadal o Garcías
Mendes o Albishus Campos, que lo cogieron con el otro, con el otro, cómo se
llama? El Ismael Rivera eshe, otro tecato degenerao, esthe país se jodió hase
rato…
-Prudo, Prudo, echa pa dentro. Ya está bien, echa pa dentro Prudo."
Edgardo Rodríguez Juliá “El entierro de Cortijo” (Ediciones Huracán página
69/70)
*Tecato: adicto