Practicante no podemos vivir sin ellas, pero nos indisponen, nos ponen a pelear con las parejas y nos llenan de frustraciones.
Al final eso no importa, porque Dios le da sus más duras batallas a sus mejores guerreros.
(Tomado del Instagram de una Steffi)
Si bien es cierto que las redes demuestran que somos envidiosos, algún día cuando tengamos cuerpos perfectos daremos un salto cuántico y abriremos nuestro Only fans.
Mientras tanto, los invitamos a disfrutar de este capítulo.