Paso a Paso a la Eternidad.

¡NO NOS AFANEMOS!, ¡VIVAMOS EL DÍA A DÍA! En nuestro caminar por este mundo, hay ciertos días en los cuales quisiéramos tener un doble para poder estar en dos lugares al mismo tiempo, o tener cuatro brazos para hacer diferentes actividades a la vez, o tener dos mentes para solucionar todos los problemas que tenemos. Estos deseos vienen cuando queremos hacer todo al mismo tiempo y acabar con todo lo que nos mantiene perturbados. Cuando tenemos muchas cosas pendientes por hacer, nos afanamos y planificamos las actividades a realizarse para cada día de la semana, del mes o hasta del año. Cuando este afán nos ataca, perturba nuestra mente, nos roba la paz y la tranquilidad. A pesar de que hagamos todo lo posible para terminar de una vez con todas nuestras actividades, no lo vamos a poder hacer, porque cada día surgirá un problema nuevo, una actividad nueva, por eso el Señor en su palabra nos dice: Así que no se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. Los problemas del día de hoy son suficientes por hoy. Mateo 6:34 NTV. Nosotros debemos aprender a vivir el día a día, no afanarnos con querer hacer todo a la vez, porque, si tratamos de hacer todo al mismo tiempo, no lo haremos bien. Debemos saber que planear para el mañana es tiempo bien invertido; afanarse por el mañana es tiempo perdido. Algunas veces será dificultoso que notemos esta diferencia. Planear es pensar con antelación en nuestras metas, pasos, fechas y confiar en la dirección de Dios. No nos dejemos dominar por la ansiedad o por el afán. Empecemos a vivir el día a día, planificando bien nuestras actividades bajo la dirección de Dios. Realicemos actividades que realmente sean necesarias para cada día. No permitamos que las actividades pendientes perturben nuestra mente y afecte nuestra relación diaria con nuestro Señor.